sábado, 27 de septiembre de 2014

Concurso "Arma una historia basada en una imagen"



Acto primero:

Lobo Feroz y Caperucita pasean por el bosque umbrío, sumidos en profundas reflexiones


Lobo Feroz.-   Pero, yo te amo, Caperucita
Caperucita.-    Nuestro amor es imposible. La abuelita lo impedirá
Lobo Feroz.-   Eso déjalo de mi mano.

Acto segundo:

Caperucita entra en la mansión victoriana de la abuelita. La escena se desarrolla en la habitación de la anciana

     
Caperucita.- Abuelita, abuelita, he decidido seguir tu consejo y dejar a Lobo Feroz. Te he traído una cestita con frutos del bosque, miel y galletitas.
Abuelita.-    ¿Intentas comprarme?. Eres como tu madre, manipuladora y mentirosa. La herencia será para el cazador. Llega tarde tu arrepentimiento.
Caperucita.- Me haces daño, abuelita. Yo te quiero y sufro al verte enfadada conmigo. Estás tan sola. Nadie te cuida. Déjame hacerlo a mi. ¿Comerás un poco de lo que te he cogido del bosque?. ¿Lo harás por mi?


Acto tercero:

Lobo Feroz y Caperucita toman un refresco en un restaurante de comida rápida

Lobo Feroz.-   Y ¿eso fue todo?, ¿Así de fácil?
Caperucita.-     Bueno, tuve que ayudarla con un embudo, pero finalmente, se lo comió todo.
Lobo Feroz.-    ¿No notó el sabor de la mandrágora?. La vieja era una bruja en todos los sentidos.
Caperucita.-     Si lo notó, no me lo hizo saber. Le corté la lengua.
Lobo Feroz.-   Caperucita, Caperucita. Cómo cambian los cuentos.
Caperucita.- No hables tanto y bésame, lobo.


Cae el telón

4 comentarios:

  1. Jejejeje, cambiaste todo el cuento, que caperucita tan villana, me gustó mucho :)))

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  2. Jajaja, muy gracioso imaginarse a los personajes con otro rol tan diferente. Te felicito por tu imaginación.

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  3. Hola Fernando.
    Un gran trabajo, magnifico ejercicio de
    imaginacion, lo has bordado, me ha encantado
    y me ha divertido, te felicito.
    Un abrazo cordial.
    Benjamin

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  4. Fernando eres un jefazo!!!!! Me has dejado sin pestañeo porque esto sí es un verdadero cuento. Si Perrault lo hubiera escrito en nuestros tiempos no hubiera podido hacerlo tan genial. Un beso gigantesco

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