Este relato, en sus dos partes ha sido escrito por mi amiga Sue y por un servidor, para participar en el concurso del Círculo de Escritores titulado "Relatos a duo II".
Para leer la primera parte visitad la página de Sue en el siguiente enlace:
http://loquesueescribe.blogspot.com.es/2015/09/abigail-y-la-luna.html
Pobre hija mía. Abigail, luz de mis ojos. Cuanto hubiera deseado
darte una infancia feliz. Sin embargo ya has visto a tus años cosas que
hubieran enloquecido a los hombres más curtidos.
Es el día de mi boda. Mis segundos esponsales. Te miro y tu
sonrisa intenta sin éxito desmentir la negra flor que late en tu interior. Eres
buena. Se que intentarás querer a Ann Marie para hacerme feliz. Ella es toda
bondad y creo que me ama.
También me amaba tu madre, como yo a ella. Era todo fuego.
Cuando la conocí, creí enloquecer de amor por ella. Su pelo
azabache, sus ojos como la noche oscura del alma. Luego supe que todo era
hechizo e impostura. Pero me dio igual.
Con ella viví noches sin fin y presencié prodigios que tal
vez sean mi condenación cuando nuestro Señor nos juzgue a todos.
Luna llena. Como aquella infausta noche. También la veo
reflejada en tus ojos, Abigail, y sufro por ello.
Te pareces tanto a Bathsheba, tu madre, que no puedo evitar un
escalofrío al mirarte. Te quiero hija mía y se que me quieres. Me lo has
demostrado. Tal vez al asesinar al magistrado tu motivación fuera otra, pero a
mi me salvaste la vida.
¿Que cómo lo se?. Con tu madre aprendí muchas cosas. Pero no
temas. Nada podría hacer contra ti. Salvo que intentaras arrebatarme a Ann.
En tal caso, hija mía, aparecerías desnuda en alguna cueva,
con las marcas del diablo en tu piel, para que la Inquisición prendiera
tu carne como a la de Bathsheba .
Pobre hija mía, luz de mis ojos. No temas. Yo velo
por ti.Las nubes se disiparon dejando paso, de nuevo, a una luna teñida de sangre. Para Abigail su padre era como un libro abierto. Un libro, pensó, que tal vez habría ya que cerrar.
¡Genial! ¡Me encanta!
ResponderEliminarMua.
Vaya tandem que formáis, me encanto
EliminarUn gran final que nos entrega algo de leyenda en vuestras letras. Me ha encantado. Genial. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias, María, eres un solete. Bsos.
EliminarMe encantó como hilaste ambas partes y el sorprendente final.
EliminarMuy bueno.
Un gran, gran abrazo.
Saludos, tras leer y releer esta segunda parte, ya me queda la duda de si el padre amaba a su segunda esposa antes de morir la primera, y por eso apareció ella en una cueva con los síntomas descritos...
ResponderEliminarUna buena forma de acabar el texto iniciado por Sue. Un saludo a ambos.
El espiritu de mi parte de relato es ese que apuntas. Lo has visto con afinada punteria. El padde había denunciado a la primera mujer. Muchas gracias, por tu atenta lectura. Abrazos
EliminarPerfecto desenlace, continuando la estela de Sue en un mismo tono y con igual y admirable maestría narrativa. El relato, en su conjunto, es una pieza extraordinaria. Mi más sincero aplauso a ambos.
ResponderEliminarAbrazo grande, Compadre.
Res un auténtico compadre, Edgar. Muchas gracias por tus palabras. Abrazo fuerte.
ResponderEliminarExcelente resolución para este relato compartido.
ResponderEliminarMuy bueno, felicidades a los dos.
Un abrazo.
Muy buena segunda parte Ragnar. La luna, brujas, hechizos, traiciones, una hija amada. Menuda mezcla que resultó en un fantástico relato. Felicidades a ambos!!
ResponderEliminarMuy bueno. Me ha gustado mucho Un abrazo
ResponderEliminarUn relato genial, no solo cuenta una historia interesante y sorprendente, sino que habéis conseguido que el estilo, el vocabulario y el aire nostálgico y misterioso se acompasen a la perfección en las dos partes. Hubiera podido pensar fácilmente que estaba escrito por un solo autor. Enhorabuena, os ha quedado de fábula!!
ResponderEliminarUn abrazo!!
Sois indulgentes y buenas amigas, Julia, Mendiel y Mercedes. Estáis invitadas a unas sidras cuando vengáis por Asturias. Bsos
EliminarSois indulgentes y buenas amigas, Julia, Mendiel y Mercedes. Estáis invitadas a unas sidras cuando vengáis por Asturias. Bsos
EliminarDesde el punto de vista del padre ahora, complementas perfectamente la historia que había iniciado Sue. Y lo mejor es que no hay diferencia apenas de estilo, logrando una gran regularidad y sincronización. Al descubrir los pensamientos del padre, descubrimos la verdad oculta, ese secreto oscuro de la familia en el cual explica muy bien José Carlos García. Y luego al final, todo ese amor y ternura hacia el padre que demostraba Abigail en la parte de Sue, se tronca con la última y sentenciosa frase.
ResponderEliminarUn saludo, Fernando.
Qué locura de relato el que habéis construido. Romance, traiciones (¿se puede considerar así lo que se entrevé que hizo el padre hacia su primera esposa?), brujería... Disfrute máximo al leerlo.
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