jueves, 30 de julio de 2015

Antes muerta que sencilla


 Tenían que ser míos. Cada mañana, de camino a mi trabajo pasaba delante del escaparate de la tienda de zapatos más exclusiva de Madrid. Unos Manolos..... calzarme unos Manolos era todo lo que ansiaba. Era el sueldo de dos meses pero llevaba ahorrando un año, privándome de todo....
Mis amigas me decían que para que quería unos Blahnik, que dónde iba a lucirlos. No entendían que yo no quería pasearlos, mancillar sus suelas exquisitas, exponer su delicado satén negro a la suciedad de la calle. Solo quería, en la soledad de mi apartamento, poseerlos. Yo sola en un acto de lujurioso onanismo visual y sensitivo. Así que cuando me vi por fin con ellos a solas, el acto de ponérmelos fue como el de desnudarme por primera vez ante un hombre. Encajaban a la perfección, como hechos para mi.
Ahora, desde mi silla de ruedas, puedo contemplarlos a mis anchas. El dolor, una vez que la presión de los zapatos me rompió los huesos de los pies, es ya soportable. Son tan celosos. No soportaron la idea de que pudiera descalzarme y acabar arrinconándolos en un armario. Ahora somos uno para siempre.

18 comentarios:

  1. Y lo peor de todo, es que tu historia me parece sospechosamente posible viendo las tonterías que algunas hacen por estética. Eso hace que sea más aterradora.
    Abrazos

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  2. Ayyyy que dolor más grande. Con lo poco que soporto yo los tacones. No creó que a mi me pase eso, pero estoy de acuerdo con Mar, se hacen demasiadas tonterías por la belleza. Un abrazo.

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  3. La maldición de unos zapatos extremadamente caros, un precio que solo la dueña sabe hasta donde alcanza. No sin mis "Manolos", jamás.
    Un micro original a más no poder. El terror puede venir de cualquier lugar, hasta de unos zapatos.
    Abrazo, Compadre.

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  4. Lo entiendo muy bien. He de confesar que he aguantado heridas con tal de lucir mis hermosos zapatos de saten negro, lo disimulaba con una sonrisa para la foto que contemplaba mientras me sobaba los pies. Que bien micro Ragnar, super original y escalofriantemente real. Saludote.

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  5. Lo entiendo muy bien. He de confesar que he aguantado heridas con tal de lucir mis hermosos zapatos de saten negro, lo disimulaba con una sonrisa para la foto que contemplaba mientras me sobaba los pies. Que bien micro Ragnar, super original y escalofriantemente real. Saludote.

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  6. Lo entiendo muy bien. He de confesar que he aguantado heridas con tal de lucir mis hermosos zapatos de saten negro, lo disimulaba con una sonrisa para la foto que contemplaba mientras me sobaba los pies. Que bien micro Ragnar, super original y escalofriantemente real. Saludote.

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  7. Vaya... Ya no nos podemos fiar ni de los zapatos de tacón... Muy bueno :) Comparto con gusto.
    ¡Saludos!

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  8. Buenisimo relato compañero.
    Ahora espera que te va a llegar una demanda de esa compañia...Jajaja.
    Un abrazo.

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  9. Muchas gracias a todos por vuestras palabras. Estáis todos invitados a unas sidras en el chigre de aquí al lado. Bsos y abrazos

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  10. Muchas gracias a todos por vuestras palabras. Estáis todos invitados a unas sidras en el chigre de aquí al lado. Bsos y abrazos

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  12. jajaja, una maldición genial. Me encanta, Fer. Está padrísimo. Besos mozo

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  13. Dice el refrán que "la sarna con gusto no pìca" y alguien, muy sabio por cierto, añadió "pero mortifica". Todo sea por ver satisfecho el deseo de posesión.
    Me imaginaba que algo malo le ocurriría a la protagonista ni por asomo podía imaginar algo así. Muy bueno.
    Saludos.

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  14. Han evolucionado, ya no se conforman con juanetes y callos. Muy bueno. Un abrazo!!!

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  15. Saludos Ragnar , un muy buen relato, muy creativo, inesperado y escalofriante. Éxitos y bendiciones!

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  16. Unos zapatos que le salieron muy caros, más de lo que indicaba la etiqueta en el escaparate. Aunque a ella no parece importarle anda, no parece importarle que le rompieran los huesos de los pies y que la dejaran en silla de ruedas. Ella es feliz con sus Manolos. Total, solo los quería para contemplarlos en la soledad de su casa.
    Saludos, Fernando.

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  17. Un cuento de horror muy original y con moraleja. Hasta donde pueden llegar nuestras obsesiones. A mi me da más miedo ella que los zapatos. :)
    Bravísimo Fer!!!

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  18. Reflexivo microrrelato, Ragnar. Original y terrorífico.
    Abrazo!!

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