viernes, 17 de octubre de 2014

Confesión

                                     


                                                                                                       

- ¿Persiste en su herética afirmación?
   - Persisto. Lo hice
- Aún está a tiempo de retractarse y evitar el tormento
   - Me ampara la verdad. Nada temo
- Acompañen al reo a ver la cámara

Unos minutos después regresaban a presencia del tribunal. El acusado sudaba copiosamente, le recubría una palidez mortal y una gran mancha en la entrepierna revelaba la terrible impresión que acababa de recibir.

- ¿Se retractará ahora vuesa merced?
   - Nada ni nadie podrá poner en mi boca otras palabras que las que ya he repetido a este tribunal hasta la saciedad.
- Sea, pues. Verdugo, proceda

El acusado fue llevado al potro. 

- ¿Sigue confesando haber leído el libro?
  - Si, confieso
El interrogador hizo un gesto al verdugo. Este hizo girar el mecanismo y los músculos y huesos del acusado se estiraron hasta un límite de dolor insoportable.

- Ahórrese y ahórrenos este inútil sufrimiento. Confiese de una vez
  - No, no . ¡Por caridad!

Una vuelta de rueda más y sus huesos se descoyuntarían

   - Confesaré, confesaré, pero por los clavos de Cristo, cese este dolor
- Me congratulo de que entre por fin en razón. Escribano, tome nota:

¿Confiesa tener el mencionado libro en su casa?
   - Confieso
¿Confiesa haberlo tenido varias veces en las manos, con la aviesa intención de comenzar su lectura?
   - Confieso
¿Confiesa, finalmente, no haber leído el terrible volumen?
   - No lo he leído. Confieso
¿A pesar de llevar años presumiendo de haberlo hecho?
   - A pesar de ello

A este tribunal no le queda más remedio que condenar y condenamos al acusado por el delito de pedantería con el agravante de gafapastismo y postureo por haber incurrido en la presunción pública de haber leído el "Ulises" de Joyce, aun a sabiendas de ser un libro ilegible e incomprensible. 
Se le condena a la lectura de las obras completas de Marcial Lafuente Estefanía por un periodo no inferior a dos años ni superior a cuatro.

Cúmplase.
















                                                     

3 comentarios:

  1. jajajajajaa, eres un Maestro. Muy bueno Fernando. Me ha encantado. Un abrazo

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  2. Ooooops se lo tenía bien merecido, qué tragedia!!!
    Me gusta la comicidad que le pones Fer, feliz domingo.

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  3. Muy ingenioso y gracioso, aunque debo confesar me gustaban las novelas de vaqueros de Marcial LaFuente. Imposible subir al trono sin ellas. Mea culpa

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