Una de las mayores tentaciones del demonio es ponerle a un hombre en el entendimiento que puede componer e imprimir un libro, con que gana tanta fama como dinero.
viernes, 7 de octubre de 2016
Doppelgänger
"Soy la muerte que todo devora, el principio de todas las cosas "
(Bhagavad Gita)
Hace dos años me detectaron un tumor encefálico maligno. Su ubicación hace imposible la operación por lo que mi esperanza de vida es de apenas unos días en la fecha en que escribo estas líneas. No quiero morir. Es más, me da auténtico terror morir. Podrán pensar que he tenido tiempo para reflexionar, para poner en orden mis asuntos, despedirme de mis seres queridos, leer a Kubler-Ross, dar la vuelta al mundo. No es así. Subí, sin dejarme uno solo de sus peldaños, por la escalera que lleva del primer impacto a la conmoción, el estupor, la no aceptación y, por último, la depresión. La ira, la furia, la blasfemia me invadieron como un cáncer. Finalmente, el agotamiento, la inutilidad de toda resistencia, la resignación.
Un amigo (ahora ya no se si agradecer tal amistad o lamentarme de ella), me recomendó la clínica de un psiquiatra suizo afincado en Madrid. Tenía referencias muy buenas de su trabajo con el LSD en el tratamiento de enfermos terminales, en la desaparición de toda angustia ante la muerte. Cansado de hacer el Don Tancredo y con cierta curiosidad, acudí a su consulta. El LSD abrió de tal manera las puertas de mi percepción que, en un primer momento, sentí que todo tenía sentido. Vi, estoy seguro de ello, lo que podía esperarme tras el fin de mi existencia física y eso me llenó de paz. Hasta que quise profundizar dónde no debía. De mi yo más profundo surgió una sombra en la que, y esto es lo más angustioso, me reconocí a mi mismo. Y lo que antes estaba oculto ahora me acompaña como un doble terrible y ominoso.
Estas son mis últimas notas. Se que me vigila, que lee lo que escribo, que bebe de mi última razón.
Y ahora también se que me acompañará al otro lado.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
"Si las puertas de la percepción se purificaran, todo se le aparecería al hombre como es: infinito." Muy buen trabajo, compañero. Mucha suerte en el concurso ;)!
ResponderEliminarUn abrazo.
Fer
Muchas gracias, María Paz. valoro en mucho tu apreciación.
EliminarAbrazos
Muy bien reflejada la bajada (subida en este caso) a los infiernos de nuestro anónimo protagonista.
ResponderEliminarUn saludo y suerte en el concurso.
Muy bien reflejada la muerte. Yo convivo con ella y no se todavía como empezar un relato. Suerte en el concurso. Un abrazo
ResponderEliminarMe da escalofríos Fernando... qué opuesta visión a mi micro... el tuyo da un miedo tremendo. Supongo que esa fue tu intención... Felicidades por el mérito y mucha suerte en el concurso, un saludo!!
ResponderEliminarMe ha encantado Fernando,me parece onírico en cierto sentido, escalofriante y perturbador. Hay ocasiones en las que profundizar demasiado sobre nosotros mismos nos puede llegar a acongojar. Suerte en el concurso! ; )
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPeor fue el remedio que la enfermedad que lo llevó a donde no debía mirar. Sin el LSD estaba angustiado pero sin el ser que ahora lo atormentará hasta su último suspiro.
ResponderEliminarMuy buen escrito Fernando y que bueno que haya acabado la sequía. Se te extrañaba. Besos.
Muchas gracias, Bruno, Sonia, Mendiel, Ramón u Mª del Carmen por vuestros comentarios. Me alegro que os haya gustado y, tal vez, inquietado esta mirada mia a nuestra última frontera. Bsos y abrazos
ResponderEliminarCoincido con la última apreciación, es inquietante. Que se le haya revelado cómo sería su "vida" después de la "muerte" y que no sea una experiencia agradable hace correr un frío por la espalda.
ResponderEliminarMuy buen relato, Fernando
Difícil superar ese momento en el que sabes que vas a morir sin remedio, que da igual lo que hagas, que el final será el mismo en un corto plazo de tiempo.
ResponderEliminarGenial relato.
Un besillo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLa muerte es irremediable y como todo hay que aceptarla. Creo que no me gustaría saber con antelación que me espera o no me espera al otro lado. Me angustiaría sin remedio haciendo agónica la espera de la calva amiga.
ResponderEliminarTe quedó un relato de angustiosa opresión por lo que vendrá.
Abrazos compañero.
Me alegro, Fernando, que por fin finalizase la "sequía" y regreses con este estupendo cuento, donde el remedio parece que ha sido peor que la propia enfermedad y la ominosa presencia acaba llevándoselo al "otro lado".
ResponderEliminarY ahora que ya "estás en la luz" no te olvides de acompañarnos con otras historias. ;)
Un fuerte abrazo.
Buen relato, Fernando. El yo "oscuro" que todos mantenemos oculto, queriendo o no, y que despierta a la descarada luz de la existencia. Pobre tu prota, no me gustaría ser él...
ResponderEliminarMuy bueno :)
¡Un abrazo!
Un espejo de doble cara, es muy siniestro Fernando.
ResponderEliminarUn despertar a esta, su oscuridad.
¡Felicidades! Muy bueno, :)
Un abrazo.
Creo que el LSD hizo estragos en la mente de ese moribundo hombre, en su desesperada búsqueda de la percepción total, o un último salvavidas en el que caer a plomo. Es un microrrelato escrito con genio y figura, un testamento introspectivo que te sumerge en las entrañas del protagonista, antes de su último suspiro.
ResponderEliminarMuy grande, Fernando.
¡Abrazo, compadre!
Saludos Fernando, un angustioso relato. El relato de cuentas de que la subjetividad perceptiva con y sin LSD ;). Éxitos y bendiciones!
ResponderEliminar:o me dió angustia y desesperación...empezaste y terminaste de forma tal que sentí el frio que dicen tiene la muerte,me ha gustado mucho como describes tal tristeza,tal misterio.
ResponderEliminarMuchísimas gracias a todos, amigos. Ya sabéis que el infierno está en nosotros, oculto. El "conócete a ti mismo" puede ser un viaje poco recomendable. Bsos y abrazos para todos.
ResponderEliminarUn angustioso descubrimiento para el final, Fernando, muy bueno.
ResponderEliminarAbrazo!!!
Muy buen texto, Fernando. Acabo de ver los resultados del concurso. Enhorabuena. ;)
ResponderEliminarUn abrazo. =)
¡Felicitaciones! Fernando por el galardón obtenido con este, tu excelente relato. Uno de los mejores sin duda. Te mando un gran saludo y ¡que lo disfrutes!
ResponderEliminarAriel