lunes, 20 de octubre de 2014

Nada es lo que parece























- ¿Qué es lo que ha hecho?. No es esto de lo que hablamos
   - Mi querido amigo, yo le he creado. Antes de mi no era más que un mal sueño.
- Esto que ha escrito es intolerable, un libelo de la peor especie.
   - Es mi derecho como artista moldear la realidad a mi antojo. La gente le verá a través de mis ojos.       Para el mundo todo habrá sido como lo relato.
- Pero nada de lo que aquí escribe es cierto. Yo soy inmortal.
   - Lo será cuando publique mi libro
- ¿Su libro?. Nada hubiera salido de su flaco entendimiento de no haberle elegido para contar mi historia. Debe rectificar de inmediato su insensata actitud.
    - Si rompo esta pluma, si quemo este manuscrito, volverá a la oscuridad de la que procede, al olvido. Me necesita para cobrar vida, para dar un sentido a su obsesión.
- Por última vez,.......
     - Salga de mi casa. El libro está terminado. No quiero volver a verle.
- No estaría aquí de no haberme invitado a entrar.
     - ¡Fuera!
- Lo siento, Abraham, pero ya no es posible. Yo terminaré el libro. Yo mismo contaré mi historia.


Todo el que acudió un siglo después a la exhumación de los restos de Abraham Stoker comentó el misterioso epitafio que este se había hecho grabar en vida:

"Había una gran tumba, más señorial que todas las demás, enorme y de nobles proporciones. Sobre ella había escrita una sola palabra:
                                DRÁCULA"

La tumba estaba vacía.







3 comentarios:

  1. Oooohhh,yo también escribiré mi propia historia y la llamaré: "Mi metamorfosis intercalada" jeje. Qué imaginación Fer!, me gustó, abrazos.

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  2. Genial!!!!!! Muy bueno, mis felicitaciones:))

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  3. Gran relato para ir celebrando el día de Todos los Santos, el Día de Muertos o Halloween. Es mejor no invitar a entrar en tu casa a gente rara!!!! jaajajjajajaja (risa diabólica)

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